Unas 21 carrozas y 13 agrupaciones folclóricas fueron las encargadas de animar el recorrido.
Este domingo se celebraba la XXXI Romería del municipio de San Miguel de Abona, dando la bienvenida a romeros y romeras que como cada año hacen de este día el más festivo y alegre de las fiestas, llenando de tipismo y tradiciones las calles sanmigueleras. El evento comenzó a las 12’00 horas en la Parroquia Matriz de San Miguel Arcángel con la Misa Cantada a cargo de la Parranda de Aldea Blanca. Seguidamente, arrancaba una Romería en la que se dieron cita 21carrozas participantes y 13 agrupaciones folclóricas procedentes de San Miguel de Abona y de municipios vecinos, contando además con la participación de más de miles de personas a lo largo de todo el recorrido.
El alcalde de San Miguel de Abona, Valentín González, quiso destacar “la aceptación que cada año tiene esta Romería, la cual se ha convertido en todo un referente en el sur de la isla”. Igualmente, agradecía “la colaboración de las personas asistentes en todo momento con los cuerpos de seguridad y con los miembros de la organización, que han hecho que el evento se desarrollara con total normalidad”. Por su parte, Candelaria Flores, concejala de Fiestas, añadió que “una vez más se ha demostrado la hospitalidad de nuestra gente para con aquellas personas que nos visitan cada año, haciendo que éste sea un buen motivo para repetir en futuras celebraciones”. En este sentido, cabe destacar que, durante el recorrido, romeros y romeras pudieron colaborar en la ofrenda solidaria de productos no perecederos que se iban entregando en el puesto habilitado al efecto por parte de la Parroquia Matriz, productos que serán entregados a las familias más desfavorecidas del municipio.
Se trató, pues, de un día de fiesta en el que además las personas asistentes pudieron degustar de nuestra comida típica acompañada del vino de la zona durante todo el recorrido de la romería. Desde el ayuntamiento sanmiguelero se agradece el trabajo y esfuerzo de los colectivos colaboradores en esta Romería, la cual finalizó con una gran verbena en la Plaza de La Iglesia.
